martes, 8 de julio de 2008

Gimnasio Valencia , Sorni 42



Publicado en el Levante - EMV , el martes 8 de julio de 2008

Ese era el sonsonete repetitivo que se escuchaba una vez tras otra en los descansos de los partidos del Valencia C.F. en Mestalla.

Corría el 68 , ese año clave en la historia, y mientras se producía la revuelta de los estudiantes en el Mayo Francés, la Primavera de Praga con la consiguiente invasión soviética, la matanza de Tlatelolco en la plaza de las Tres Culturas de México D.F. previa a la celebración de los Juegos Olímpicos de ciudad de México, hechos todos ellos muy bien analizados por el escritor Carlos Fuentes en su libro "Los 68" .

Yo, acompañado de mi padre entré por primera vez en el Gimnasio Valencia que tanto había escuchado en Mestalla, mi padre que había asistido años antes , me presentó a Vicente y a Jaime Belenguer, los dos hermanos que lo dirigían y hacían agradable la vida de generaciones de valencianos.

Habían matado a Martin Luther King y a Bobby Kennedy en los EE.UU. , todo, en ese terrible año en la historia de la humanidad, y yo a mis 16 años ingresé en un centro deportivo donde con algunos intervalos me mantendría hasta la actualidad.

Han cerrado el Gimnasio Valencia, el más viejo de la ciudad y el segundo más antiguo de España. "Van a cerrar el gimnasio" se corría por los móviles de miles de ciudadanos, que antes o después, en algún momento de sus vidas, habían desfilado por su sala. Y a la desazón e incredulidad se unía la nostalgia de momentos felices en nuestro pasado. Nunca un local ha estado más unido a una ciudad como lo ha estado este gimnasio.

Inició su andadura de una manera sumamente curiosa , en 1910-11 un amplio grupo de valencianos acompañó al insigne novelista Vicente Blasco Ibáñez a su aventura argentina, donde crearon las colonias de Cervantes sobre la margen izquierda del río Negro en la Patagonia, y Nueva Valencia sobre el río Paraná al sur de la provincia de Corrientes en el nordeste argentino, Juan Torres fue uno de ellos , vivió en Buenos Aires varios años y conoció las sociedades de esgrima donde se practicaba también la gimnasia, fraternidades que ya describía Santiago Ramón y Cajal en sus memorias.

Al volver a Valencia decidió fundar un club social de carácter deportivo donde se realizaran actividades gimnásticas y fundó el Gimnasio Valencia en febrero de 1933 en plena II República Española.

Ha sido testigo mudo del paso de la historia, de la República y los años dramáticos de la Guerra Civil, al largo franquismo y el amanecer de la democracia.

Los sobrinos del fundador se hicieron cargo del negocio, Vicente deportista destacado en halterofilia ha sido el alma social de la convivencia del gimnasio , sin él no se podría entender , sus frases hechas , sus recuerdos y chascarrillos "No tienes ni puta idea" han pasado a la memoria colectiva de los miles de alumnos. Jaime excepcional deportista, siete veces campeón de España de Gimnasia Artística y abanderado español en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960, su foto haciendo el cristo en las anillas del gimnasio, es historia del deporte español y ha quedado fija en la retina de los que la hemos visto en vivo y en directo.

Durante estos años han dirigido el centro deportivo como ese club social que quería el fundador, donde además se hace gimnasia, y media Valencia ha pasado por sus instalaciones.

Era un gimnasio con un río incorporado y a partir de su urbanización en la década de los 80 , eran habituales las "bajadas al río" para correr a lo largo y ancho de su cauce.

Las polémicas de fútbol , las alegrías y cabreos por la marchas de nuestro Valencia, las apuestas permanentes de paellas nunca cumplidas, los debates y discusiones políticas en la sauna que a veces se parecía a una sala de tertulias del estilo de las históricas termas romanas.

Personajes conocidos e importantes en nuestra ciudad y otros, los más, no tan ilustres pero excelentes personas. Las miles de anécdotas que estos días más que nunca, recordamos con regocijo y pesadumbre. Vacas y sus hijos, Adolfo, Ricardo, Rafa, Santi, Enric, los Antonios, los Pacos, los Vicentes, los Manolos todos con sus nombres y apelativos : Miguel el taxista y su sobrino, Pablo el bombero, Manolo el de la Ford, Antonio el profesor, Eduardo el corredor , Juan el militar, Bono en su bicicleta, Miguel el del Madrid, Santi el cubano, José Luis el pequeño y José Luis el grande, Oscar, Clemente y tantos etcéteras.

Me viene a la memoria "Luna de Avellaneda" la magnífica película argentina de Juan José Campanella en el 2004 , donde describe con maestría la historia de un emblemático Club social, deportivo y cultural, fundado por tres españoles emigrantes en Buenos Aires en la década de los 40, en el barrio de Avellaneda en el gran Buenos Aires separado del distrito federal por el río, que lo conciben como algo más que un club y que los descendientes del fundador debatirán su polémico futuro .

Amigos, muchos amigos, 75 años son muchos años y 39 de ellos míos ; el mundo se acaba decía un alumno ,--Vicente siempre los ha llamado alumnos aunque fueran abuelitos-, el viernes 27 cuando cerraba definitivamente sus puertas dentro de una gran emoción colectiva .
¡ Joder que faena!

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