martes, 24 de junio de 2008

Alfonso Goñi Comendador en el despacho




Lenguaje político














Valencia, 15 de abril de 2008 La Fundació Societat i Progrés contribuye al análisis en comunicación política

La Fundació Societat i Progrés contribuye al análisis y debate sobre la comunicación política. La Fundació, dirigida por José Ignacio Pastor, invitó a una de sus tertulias, coordinadas por Francisco Martí, a un grupo de especialistas sobre lenguaje político. En ella participaron Andreu Casero, profesor de comunicación política en la Universitat Jaume I; Antonio Laguna, experto en historia de la comunicación y ex responsable de comunicación del partido socialista; los periodistas Ximo Ferrandis, de El País, Juli Esteve, de Infotv y Manolo Peris, responsable de comunicación de la Universitat de València y vicepresidente de la Unió de Periodistes Valencians, así como el economista y ex concejal, Alfonso Goñi.

El análisis del lenguaje político y sus escenarios facilitó un debate rico y facilitó claves para una visión crítica y constructiva sobre la comunicación política en el siglo XXI. Todos coincidieron en señalar que el lenguaje dirigido a las emociones, el espectáculo, la simplificación y la personalización, en un contexto de “mediatización” total de la política, ha provocado que la “representación de la política” suplante a la política.

Ese mecanismo explica que las campañas electorales ahora sean de cuatro años o fenómenos como la metaoposición se hace oposición a la oposición desde el gobierno- o la desaparición del centro político como lugar de encuentro de los partidos. El debate posterior planteó nuevas vías de estudio y análisis. Las numerosas intervenciones continuaron de forma animada durante la cena habitual en las Tertúlies de Progrés. José Ignacio Pastor, Director de la Fundació Societat i Progrés y Paco Martí, Coordinador de las Tertulies de Progrés, agradecieron a ponentes y asistentes su participación, comprometiéndose a hacerles llegar y difundir esta crónica.
Descargate: Noticies de la Fundació. Tertulia lenguaje Político.

http://www.societatiprogres.org/

ALFONSO GOÑI
“La eliminación del centro político como lugar de encuentro”

Alfonso Goñi, economista, identificó un buen número de recursos que utiliza la derecha en su comunicación política en su artículo “Cómo ganar unas elecciones ”, publicada en el pasado 29 de octubre el Levante-EMV, fruto del ascenso de la ideología y la retórica en el seno del PP, que se repite también en Italia... Nos encontramos ante una derecha de confrontación

Habló, en primer lugar, de la eliminación del centro político, definido como lugar de encuentro de los partidos políticos: “Hoy,a la derecha, ese punto de encuentro no le interesa, nos hayamos
ante una derecha de confrontación, cuya estrategia es enfrentar a los ciudadanos y, además, con un discurso anclado en la moral de lo que es “normal” o lo que es “decente” se propone demostrar que el radical es el contrario. Ya no se habla de adversarios políticos sino de enemigos; no hay matices. Se va directamente a la confrontación. Otra de las características del lenguaje político de la derecha actual es que ha desaparecido el respeto a las instituciones, incluso ha desaparecido el respeto al Estado (Guerra del Agua, uso del terrorismo como arma política, paralización instituciones, entre otros temas). Los mensajes son rotundos, incuestionables, producidos y depurados por laboratorios de comunicación: España se rompe, se vende España, de rodillas ante ETA, expulsar a los inmigrantes delincuentes y a sus familias, entre otros mensajes. A la derecha ya no le preocupa aparecer contra las instituciones en la medida en que consiguen transmitir que defienden una moral que Zapatero pone en peligro.
Fruto de esta estrategia política es que las campañas duran cuatro años y se inician el día después de las elecciones. El resultado es que con ese discurso político del miedo, de la amenaza, de la confrontación se crean ciudadanos atomizados, segregados y pasivos.

El ex concejal del Ayuntamiento de Valencia, explicó que “la izquierda se mueve bien en las campañas cortas, es imaginativa en la precampaña y en los 15 días de campaña pero se mueve mal en ese escenario de campañas tan largas y mucho peor si está en el Gobierno. La derecha fabrica monstruos que duran un tiempo: Ibarretxe, Carod Rovira, Dejuana, entre otros; se moviliza a la contra. Intenta incluso que Zapatero sea uno de los monstruos. Lo cual produce además una segmentación del mercado con técnicas avanzadas de mercadotecnia. Bush utilizó un bombardeo constante y llegó a reclutar a un millón de personas que constituían un batallón de voluntarios”, explicó Goñi en la Tertulia de Progrés.
15 d’abril de 2008

Entre la alegría y la desilusión



Publicado en el Levante - EMV el miércoles 19 de marzo de 2008

Los progresistas valencianos nos hemos quedado con un sabor agridulce del resultado electoral del 9M. No hemos podido disfrutar y saborear como se merece la incuestionable victoria del presidente Zapatero, de la inmensa alegría por el triunfo se pasó al desazón debido al mal resultado cosechado en nuestra comunidad por la izquierda en su conjunto y los socialistas en particular.

En un artículo publicado en este periódico poco después de las elecciones autonómicas y municipales con el título de ¿Qué vos passa , valencians?, donde trataba de analizar las causas de nuestra derrota, ya expresé mi convicción de que no era un problema de liderazgo, sino de temática más compleja , que el desapego con nuestro electorado venía de más lejos y era de un calado mucho más profundo, que afectaba a las tácticas y estrategias y, fundamentalmente de una manera sustancial, a nuestra relación con la sociedad.

Si bien la diferencia con el PP se ha recortado en más de 7 puntos respecto a las autonómicas de 2007, se ha incrementado en más de 6 puntos respecto a las generales de 2004, cuando parecía que el despegue se empezaba a vislumbrar. Y ahora con cabeceras excepcionales en nuestras listas y una participación que con casi un 80% no deja margen a la especulación.Ésta, en contraposición con la otra, ha sido una votación altamente ideologizada, entre el progreso de los últimos cuatro años o el retorno de una derecha cada vez más cavernícola y con olor a naftalina; y los valencianos mayoritariamente han seguido nuevamente votando al PP.

Han preferido seguir con las ensoñaciones valencianas que tanto han impactado en nuestro electorado, con fastos que despiertan el orgullo patrio y un desarrollo urbanístico que no tenía fin, y han pasado de las realidades, del pinchazo de la tan cacareada burbuja inmobiliaria, que muchos pronosticaban en un análisis sensato y sosegado. Los ciudadanos no quieren pensar en quién puede defender mejor a los valencianos si las turbulencias se convierten en crisis y si peligra el bienestar individual adquirido. Prefieren mantener las acciones reivindicativas haciendo coro al gobierno valenciano en su permanente enfrentamiento con el de la nación, porque aunque nos sorprenda, de alguna manera perseveran en el convencimiento de la marginación de nuestra comunidad y de los logros conseguidos con este tipo de conductas victimistas.

Pero de los análisis electorales se deben sacar consecuencias claras y rotundas para todos los progresistas de la izquierda global. Si algo se observa en nuestra Comunitat Valenciana es una fractura entre las élites intelectuales y la opinión pública, entre el mundo de la cultura y los sectores populares, y eso a la larga pasa factura. No entiendo cómo se pretende ser referencia de la gente cuando uno se sitúa tan lejos de sus intereses cotidianos y tan ajeno a las prácticas que tienen que ver con ellos. La sintonía que se evidencia en España no existe en nuestra comunidad.
No se pueden tener comportamientos bipolares, no se puede pasar de la euforia a la depresión en las tácticas políticas. Es imprescindible una coherencia interna, los esfuerzos deben de ir en el mismo sentido. Los socialistas valencianos tienen que ser reconocidos por el conjunto de la sociedad como portadores de un proyecto político autónomo, total y absolutamente independiente, limpio de elementos ajenos a los sentimientos y aspiraciones de nuestro pueblo, no sólo para el sector de la sociedad al que representa expresamente, sino para toda ella. Si no ocurre esto último, el partido se queda sin capacidad para proyectarse hacia el exterior y pierde toda opción de dirección real de los anhelos de la sociedad. En una comunidad con tradición histórica conservadora, el análisis sería distinto, pero en la nuestra, con nuestro pasado socialista y republicano, se trata de recuperar, porque algo hemos hecho mal.

Si el partido no se parece a los ciudadanos, lógicamente ellos no se ven reflejados en él: primero conoce a tu sociedad y luego aspira a representarla. Se necesita una izquierda valenciana más identificada con la ciudadanía, no se puede confiar en volver al gobierno sólo cuando la derecha fracase. Tienes que sentir y creerte tu propio proyecto para que los demás puedan entenderlo y compartirlo.

Pero no es momento de desánimos, sino de alegría y de reflexión para el futuro. El PSPV tiene que celebrar un congreso en los próximos meses y no sólo debe elegir una dirección política, sino cambiar valientemente los mensajes y los contenidos que van a regir al socialismo valenciano hasta la próxima cita electoral. No partimos de cero, tenemos un partido gobernando España y un presidente y una vice comprometidos con la realidad valenciana.

La gente tiene que tener una conciencia clara de que podemos mejorar el futuro y su futuro. Y los socialistas tenemos que ser capaces de proyectar a la sociedad una nueva y renacida esperanza.

*Economista.

De Tierno a Zapatero





Publicado en el Levante - EMV el martes 19 de febrero de 2008

Tuve el privilegio de conocer a don Enrique Tierno Galván hace ya muchos años. Fue el 1 de noviembre de 1976 en una conferencia que pronunció en Villena invitado por el Club de Amigos de la Cultura , con gran afluencia de público y discreta vigilancia policial pues aún operábamos en la ilegalidad política. Posteriormente, tuve la oportunidad de frecuentarlo con mucha mayor intimidad e intensidad hasta su prematuro fallecimiento en 1986 poco antes de cumplir 68 años.
Del pensamiento y la praxis política del llamado viejo profesor, desde la fundación del Partido Socialista del Interior en 1968, luego Partido Socialista Popular en 1974, hasta su paso por la Alcaldía de Madrid, donde adquirió una inmensa popularidad ciudadana en los más diversos sectores sociales, se pueden extraer ciertos paralelismos ideológicos y éticos con el presidente Zapatero, pese a la evidente distancia generacional entre ambos, pues cuando el profesor falleció, Zapatero tenía 26 años y 19 cuando Tierno fue elegido alcalde de Madrid en las primeras elecciones democráticas en nuestros municipios en 1979.

Magnífico orador, empleaba un verbo fluido y un idioma caudaloso, voz sonora y persuasiva, y un tanto seductora; definición que utilizó para explicar las condiciones retóricas de un compañero y que se le puede atribuir con sus mismas palabras.
Castellanos ambos, de la llamada entonces Castilla la Vieja que marcaba carácter, Zapatero lo definió como un socialista poliédrico y añadió: como todos los grandes hombres.

El viejo profesor simpático, educado y rebelde, de discurso tranquilo y modales amables entronca con el talante de Zapatero, entendido por las formas suaves, la capacidad de diálogo y la voluntad de consenso.
Decía Alfonso Guerra que transmitía una moderación tranquila incluso en sus más radicales posiciones, que fueron cuantiosas y profundas durante su larga vida política, tanto en sus numerosos textos como en sus acciones, incluso como alcalde de la capital.

Cuenta el escritor Antonio Gómez Rufo una anécdota que ilustra las formas del VP: yo acostumbraba a llevarle en mi Seat 600 desde Marqués de Cubas hasta Marqués de Urquijo cuando en ambos sitios tenía despacho que atender. Y un día, lluvioso y gris, le llevé hasta la esquina con Ferraz, en donde solía dejarle. Me dio las gracias como de costumbre, abrió la portezuela y, mirando el suelo, permaneció inmóvil. Yo no entendía por qué no se bajaba hasta que giró su cabeza, me miró y me dijo, con su natural cadencia de voz «se le ve tan tranquilo y sosegado, ahí en el suelo, que me da no sé qué pisarlo. Si pudiera adelantar un poco el coche»... ¡Había un charco! .
Zapatero ha tenido que lidiar con una de las legislaturas más ásperas de la democracia, apasionante pero con la permanente tensión que produce la provocación diaria a la que nunca sucumbió, ni por serena indignación ni por tacticismo político. El referente ético entendido como un componente básico del ejercicio de la política, incluso en las condiciones más adversas, es un elemento incuestionable de unión entre ambos personajes.

De gran talla intelectual pertenecía a una estirpe de políticos hoy desaparecida, que conjugaban esa doble posición entre el mundo de la cultura de donde procedían y en el que se reconocían y la acción política a la que abocaban por necesidad histórica y por posicionamiento ético, entre Manuel Azaña y Salvador Allende.
Zapatero decía de él: para mí, fue un socialista que dio ejemplo de que la primera virtud de un socialista es estar cerca de la gente, y de que su éxito más rotundo es que la gente acabe reconociéndole como uno de los suyos.

La cercanía que como describe Zapatero era un persistente intento del VP de conocer y solucionar los problemas de sus vecinos, en una permanente alianza con ellos por encima de los avatares de la política del día a día, la utopía como motor de la historia, y la libertad como concepto que le lleva a exclamar «bendito sea el caos porque es síntoma de libertad», recuerdan al socialismo de los ciudadanos del presidente basado en la igualdad de oportunidades como objetivo principal, en el empeño individual como motor y la libertad entendida como no dominación.
La memoria histórica lo proyecta como un hombre austero y un gran revitalizador cultural durante la famosa movida madrileña de los ochenta, pero en los años duros de la dictadura supo aglutinar a su alrededor un movimiento plural de resistencia antifranquista y de democracia avanzada, nucleado por intelectuales y profesionales con un fuerte vínculo ético, situados en el socialismo de izquierdas pero marcadamente heterogéneo y de tintes libertarios.

En las primeras elecciones democráticas del 15 de junio de 1977 se presentó como líder indiscutible del pequeño y activo PSP, con el que obtuvo 816.582 votos distribuidos por toda España, 86.705 de ellos en nuestra Comunitat Valenciana, 58.654 (un 5,4%) en la provincia de Valencia y 33.544 (un 8,4%)en la ciudad de Valencia. Muchos de estos votos se han quedado anclados en las refriegas políticas, otros perdidos en la abstención post referéndum de la OTAN, pero es importante reencontrarlos en los nuevos escenarios de las mismas luchas, con renovadas izquierdas pero las mismas derechas a las que se enfrentaron Tierno y Zapatero.

Alfonso Guerra describe su entierro como una monumental expresión de afecto, admiración y tristeza en la despedida. La sociedad española lo lamentó, los madrileños salieron a acompañar su féretro en una verdadera marea humana que todo lo inundaba. Y relata una de sus últimas conversaciones telefónicas como una muestra de su proverbial sentido del humor y fina ironía: «Don Alfonso, tienen que trasladarme a la clínica y pretenden que lo haga tumbado en la camilla de la ambulancia, va a pensar la gente que estoy enfermo». Este era el hombre que percibía que moriría unos días después.

Después de leer este artículo, en el que someramente se intentan sintetizar sus maestrías, me hubiera dicho: «No es menester que se tomaran ustedes tantas molestias».

*Economista

Martin Sheen





Publicado en la Revista Trasversales , número 8 , otoño de 2007
http://www.trasversales.net/t08ag.htm

Alfonso Goñi es economista

Hijo de un gallego de Parderrubias, concello de Salceda de Caselas en Pontevedra, y de una irlandesa cuya familia parece ser que estuvo relacionada con el antiguo IRA, se llamó al nacer Ramón Estévez, apellido que mantienen, a pesar de dedicarse al cine, tres de sus cuatro hijos.
Es el séptimo de los diez hijos del matrimonio de emigrantes que los criaron en una casa de tres dormitorios en Dayton (Ohio), y comenzó a trabajar a los nueve años pese a que la deformidad de su hombro le acarrea el brazo izquierdo más corto que el derecho.Su madre murió cuando era joven y su padre, con un inglés balbuceante, le educó en los principios y valores de la verdad y la honestidad.

Detenido 70 veces por sus protestas y acciones políticas, es un personaje curioso en el firmamento de Hollywood. Siempre consecuente con sus ideas explica que las celebridades llevan responsabilidades agregadas: las declaraciones, demostraciones y marchas que incluyen figuras públicas reciben una atención por parte de la prensa que otras no pueden alcanzar, “nos llaman para dar voz a los sin voz y presencia a los marginados”.

Activista incansable de la no violencia y de la desobediencia civil ha participado y apoyado con su presencia militante todo tipo de protestas ciudadanas, desde cruzar la línea de demarcación de una base militar aérea hasta solicitar al congreso de California la prohibición de la venta y fabricación del foie gras por los métodos de alimentación de las ocas, pasando por sus acciones para conseguir el cierre de la Escuela de las Américas -la tristemente famosa base militar donde se entrenaban los futuros dictadores latinoamericanos- que convoca en manifestación cada año a miles de personas a las puertas de Fort Benning en Georgia. Las protestas antinucleares en el centro de pruebas de Mercury en el estado de Nevada y, por descontado encabezando las sucesivas marchas contra la guerra de Irak dando siempre soporte y apoyo a Cindy Sheehan.

Con más de 80 películas a sus espaldas -uno de sus hijos acaba de dirigir Bobby sobre la figura de Robert Kennedy, en donde por supuesto él también actúa- reconoce que Apocalypse Now en 1979 fue clave en su vida personal. La figura del atormentado capitán Willard representa una metáfora de su crisis íntima. “Un día pregunté al director Francis Ford Coppola quien era de verdad este personaje y me contestó : eres tú Martin, eres tú”. En el film se reflejaba su confusión agresiva dominada por el alcohol, además durante la filmación sufrió un grave ataque al corazón.

En 1981 trabaja en Gandhi de Richard Attenborough, y donó su sueldo de 200.000 dólares a la madre Teresa de Calcuta. ¿Cómo se puede ganar dinero de Gandhi?, contestó a una pregunta sobre el tema. Su experiencia con la pobreza tuvo un efecto profundo en su vida y culminó su vuelta al catolicismo de su niñez, pero evitando caer en la práctica piadosa de su juventud, “me condujo a abrazar la iglesia de Oscar Romero, de Helder Cámara y de la madre Teresa”, la suya es la fe activa de un auténtico creyente y la lealtad a sus ideales de justicia social va mucho más allá que oír misa los domingos.

Ha interpretado cuatro veces a un presidente de los EEUU desde la miniserie Kennedy hasta el presidente Bartlet en la afamada Ala Oeste de la Casa Blanca, al que considera una amalgama de Kennedy, Carter y Clinton; coincido con el cineasta Agustín Díaz Yanes y con el escritor Javier Marías en que son los mejores guiones que se han escrito para una serie de televisión. Es curioso que en una encuesta de la NBC en vísperas de las elecciones presidenciales del 2000, el presidente ficticio interpretado por Sheen tuvo más porcentaje de votos que Bush y Al Gore; qué duda cabe que esta serie con 22 premios Emmy y una audiencia de 18 millones en EEUU es una de sus interpretaciones favoritas por su identificación personal con el protagonista.

Complejo y polifacético se define como un activista hispano que ha lidiado con vetos, censuras y listas negras a lo largo de su vida profesional; por su postura ante la guerra de Irak volvió a tener problemas con la NBC. Junto a sus hijos ha viajado en varias ocasiones a Parderrubias donde poseen una casa junto a las ruinas de la vivienda que vio nacer a su padre Francisco, pues, como decía Castelao, el gallego no protesta, ¡emigra!; cuentan que en el pueblo vive algún primo con un parecido asombroso y su hermana es profesora en Madrid. Encabezó en Los Angeles la marcha de un millón de personas en solidaridad con los latinos indocumentados y apoyando una reforma migratoria. Y dedica muchas energías a su actividad en PETA, la conocida organización en defensa de los derechos de los animales.

En su visita al Parlamento Europeo el pasado 11 de abril para participar en la entrega de los premios Energy Globe Award, con los que se distinguen los proyectos relacionados con la energía verde, hizo un llamamiento al despertar de los Estados Unidos en su lucha contra el cambio climático:“América sigue siendo una nación de emigrantes y mis padres eran emigrantes, me critican a menudo y me llaman antipatriota, pero amo a mi país lo suficiente para arriesgarme a su cólera, pero lo hago con fe en su Constitución y un amor profundo por su gente”.

Tim Robins, Susan Sarandon, Sean Penn, Ed Asner etc. El celuloide americano ha proporcionado muchos demócratas liberales, pero activistas con la fuerza, intensidad y tenacidad de Martin Sheen muy pocos.

Cómo ganar unas elecciones



Publicado en el Levante - EMV , el 29 de octubre de 2007

En el mes de agosto presentó su forzada dimisión Karl Rove, el principal asesor y estratega político del presidente Bush, el cerebro gris, el ideólogo de la maquinaria que lo llevó a la elección y reelec­ción como presidente. Gran conocedor de las debilidades y fortalezas políticas del adversario y experto en la interpretación de encuestas y en la movilización y radicalización de sus votantes.

Como ideólogo neocon pasará a la historia por desdeñar el centro político, el mensaje conciliador, el captar los votos de electores cuya posición política dependía y se alternaba en función de los programas, el carisma y la confianza de los candidatos. Como explica José María Ridao, su estrategia política partía del principio de la claridad moral, de la eliminación de los matices entre el bien y el mal considerados siempre co­mo absolutos entre amigos y enemigos. Dirigió la movilización de sus propios votantes poniendo a los electores frente a una disyuntiva radical -o conmigo o contra mí- con mensajes y conceptos simples y claros que reducían la capacidad de ofrecer alternativas a los considerados enemigos y no simplemente adversarios políticos.

Su legado es una radicalización so­cial que hoy parece consustancial a nuestras sociedades democráticas, pero que es ficticia y producto de una estrategia de partido para hacerse con el poder y conservarlo en sus administradores naturales, salvaguardando y bautizando a una élite social como una élite natural; es y ha sido ampliamente secundado por la disciplinada derecha española ya en la segunda legislatura de Aznar y especialmente en su oposición de estos cuatro años al Gobierno Zapatero: el no reconocimiento de la derrota electoral del 14-M, la duda permanente sobre los autores del 11-M, el enfrentamiento entre el Estado y las comunidades autónomas y entre ellas por la posesión del agua, o la descalificación perversa del adversario por su supuesta radicalidad en el cumplimiento de un programa electoral con el que ganaron las votaciones y que debería ser un principio elemental en cualquier partido político. Su magisterio a los discípulos españoles sobre la percepción de la rea­lidad en los términos político-lingüísticos más favorables y más perjudiciales para el contrario ha abierto una intensa controversia sobre el lenguaje y la comunicación en el debate político y en los procesos electorales.

Mensajes redondos y rotundos, incuestionables e incontestables, que, como analiza Javier Valenzue­la, tratan de dar a los hechos una interpretación determinada, que en la mayoría de los casos puede llegar a la pura y simple manipulación. Los denominados spin doctors son aquellos que consiguen que los medios de comunicación transmitan a la opinión pública una lectura de la realidad que ellos han cocinado en sus laboratorios, una interpretación favorable a quien la emite y desfavorable a sus rivales.

No se trata de que las noticias sean verdaderas o falsas, sino que incluso las que tienen algún fundamento real están sacadas de su contexto, tergiversadas y magnificadas hasta la más absoluta exageración: «España se rompe», «de rodillas ante ETA», «desprecio a las víctimas del terrorismo», «se negocia con asesinos», «se vende España», etcétera.

Se alude a un hecho espurio, sin verificar, incorrecto, extrapolado o pura y simplemente inventado, que se difunde con el único propósito de intoxicar a la opinión pública, radicalizar a tu propio electorado y movilizar a las bases siempre enfrentándolas a una dicotomía donde la razón y la virtud están de su lado: «se elimina la religión de las escuelas», «ya no existe libertad religiosa», «la Iglesia está perseguida en España», etcétera.

La estrategia electoral de Rove se ha venido aplicando con gran nitidez en España en los últimos años, radicalizando la vida política y dividiendo profundamente al país de una manera insensata e irreconciliable pero como más convenía a los intereses inmediatos.

En la actualidad, las campañas electorales duran los cuatro años de la legislatura, tanto para conquistar co­mo para mantener el poder, desde el Gobierno o desde la oposición. La izquierda suele ser imaginativa diseñando campañas: el dóberman, ZP..., pero tiene grandes dificultades en mantener el pulso durante todo el período, sobre todo cuando gobier­na. La derecha, al contrario, tiene una facilidad innata en mantener la tensión y el ritmo durante la legis­latura, incluso o especialmente cuando gobierna, cuando se trasforma en la oposición de la oposición.

El objetivo es el control de la opinión pública. Como dice Chomsky, movilizar a la opinión pública a favor de conceptos vacíos de contenido. Cada uno o dos años a lo sumo se fabrica algún monstruo de primera línea del que hay que defenderse : Iba­rretxe, Carod Rovira, De Juana... Los individuos tiene que estar atomizados, segregados y solos, sometidos a la repetición inconsciente de eslóganes patrióticos: España, su himno, sus símbolos, su bandera, «arden fotos del Rey», etcétera.

Segmentando al electorado, prescindiendo de nuestros votantes potenciales y los del adversario, queda una franja numéricamente no mayo­ritaria pero decisoria en un proceso electoral. Es un sector virgen, sin opinión ni decisión política fundada, al que hay que llegar con todo tipo de mercadotecnia política en manos de batallones de voluntarios y empre­sas especializadas dedicadas a telefonear, enviar cartas y correos electrónicos, visitar hogares, y todo tipo de comunicación con técnicas de segmentación de mercado -microtargeting- en función de la información que se posee tras un análisis de base de datos: no puede ser el mismo mensaje para un hombre que para una mujer; para una familia que para un soltero o divorciado; para un ejecutivo, trabajador o parado; para un habitante de ciudad o de pueblo; propietario o alquilado... Se emplean millones en think tanks internacionales o fundaciones nacionales de carácter privado como la Faes o Gees.

Como explica Ignacio Ramonet, los sondeadores indagan en la conducta, las costumbres, las actitudes, y diseñan poco a poco el perfil del consumidor-elector medio, definen así a la opinión pública. Se establece una nueva forma de condicionamiento que nos influye sin hacerse notar, imágenes subliminales que se dirigen a nuestro inconscien­te y desbaratan nuestra defensa crítica. La publicidad y las técnicas de venta generan un modelo de discur­so político en un período electoral.

La sobreinformación provoca desinformación. Ramonet define la instantaneidad, espectacularidad, fragmentación, simplificación, mundialización y mercantilización como las principales características de una información estructuralmente incapaz de distinguir la verdad de la mentira. Poder económico y poder mediá­tico. Cuando se controlan los dos, el poder político sólo es el paso siguien­te, como tan acertadamente demostró Berlusconi. El aparato mediático, los megagrupos de la comunicación, se está constituyendo rápidamente (Murdoch, por ejemplo) como el soporte ideológico de un mundo globalizado . La gente no vive necesariamente siempre de acuerdo con una visión del mundo. La gente no vota imperiosamente por sus intereses (desclasamiento), sino por su identidad y por sus valores.

Como dice George Lakoff en su teoría de los marcos, el gran logro de la estrategia de los conservadores ha sido el de estructurar todos los asuntos políticos en torno a valores básicos profundamente asentados en la mentalidad ciudadana. Cuando se oye una palabra se activa en el cerebro un marco y sólo se aceptan los hechos que encajan en ese marco. Cuando los hechos no encajan en los marcos, los marcos se mantienen y los hechos se ignoran: «ETA le pone los deberes al Gobierno», «tenemos un Gobierno mendigando una tregua», «ETA gana y recibe regalos de Zapatero», «dialogar con ETA sería un acto de cobardía sin límites, una desfachatez, una humillación». Se ignora que el hecho sea conceptualmente erróneo o que los que se escandalizan arteramente lo habían intentado en Zurich en 1999. Actualmente, está aconteciendo con el referéndum soberanista de Ibarretxe: es indiferente que el presidente declare que «no se puede hacer, no se va a hacer, no se hará»; la cuestión es mantener el marco de percepción negativo.

Jugar a la ofensiva con una forma positiva de discurso, clarificar los valores progresistas de donde se derivan las políticas progresistas, cambiar el discurso público y abandonar el lenguaje de los fontaneros de la po­lítica. En la oratoria y en la argumentación, los principios, la credibilidad y el liderazgo prevalecen sobre los programas. Los ciudadanos quieren saber lo que defiendes, si tus valores son los mismos que los de ellos, por qué principios te riges y en qué dirección quieres llevar al país. Esa es la receta de Lakoff para las largas confrontaciones electorales: crear, en definitiva, un nuevo marco conceptual. O como decía Guiddens, la izquierda tiene que dominar los temas de la derecha pa­ra ganar, asumirlos y darles una respuesta de centro izquierda. Pero en todo caso, y a pesar de todo, Karl Rove también ha perdido unas elecciones.

* Economista.

¿Qué vos passa , valencians?



Publicado en el Levante - EMV , el sábado 16 de junio de 2007 http:/www.levante-emv.com

Las derrotas, cuanto más inesperadas, considerando su volumen, más dolorosas son y más desconcierto producen en las organizaciones y en los individuos afectados.

La gente progresista no se explica que con el mapa de corrupción de norte a sur de la CV, con las continuas arbitrariedades en la gestión y la división del partido, aún ganen y además con mayoría absoluta.

Pero cuando pasan los días y reposan las ideas empiezas a entender, que no compartir y menos asumir, el porqué de esos 1.200.000 ciudadanos que les han votado, sobre todo y, muy importante, por primera vez en sentido opuesto al gobierno de España. Hasta ahora, nuestra comunidad era un reflejo del ambiente nacional y votaba en el mismo sentido que la mayoría de los españoles: cuando gobernaba Felipe, aquí Lerma; cuando Aznar, aquí Zaplana.

Por primera vez, los valencianos han votado en clave autonomista y vertebrada, y aunque es verdad que esta comunidad está cambiando rápidamente, los valencianos no se han hecho de derechas de golpe. Se han producido cambios sociológicos, algunos importantes en consonancia con las variaciones de modelos económicos, de 1995 a 2007. En doce años, la población cambia de ideas, pero no tanto.

Entonces, ¿cómo puede ser que la Valencia republicana y blasquista de principios de siglo, la capital combativa de la II República, la última región que conquistó Franco, y que después del largo túnel, cuarenta años más tarde, mantuvo intacta su memoria histórica para recuperar sus posiciones políticas hasta 1995, ahora sea el granero de votos de la derecha arcaica y establezca con Madrid un puente reaccionario contra un gobierno nacional de corte progresista, probablemente el más progresista de la democracia? .

Pues puede ser, porque han optado por primar el bienestar individual y el progreso económico, representado básicamente por la construcción como motor de riqueza y empleo, con sus espejismos y su espíritu depredador a medio y largo plazo. Han visualizado entre la seguridad de lo actual o la incertidumbre del tripartito. Entre la riqueza a corto o las obsesiones identitarias, se prefiere el ensoñamiento de los grandes fastos y eventos que nos colocan en el mapa internacional que tanto orgullo produce y tanto gustan a gran parte de nuestro pueblo. Incluso se ha votado con complicidad, sin desconocimiento de las tramas y redes de corte siciliano que pueblan nuestras costas. Se ha elegido a conciencia lo que se quería, olvidando los servicios públicos, la educación, la sanidad, lo colectivo en suma? eso ya lo resolverá el Gobierno nacional al que se lo reivindicaremos con una gran dosis de victimismo. Decía Ortega que toda realidad que se ignora prepara su venganza.

Ha sido, en contraposición a nuestra esperanza, una votación poco ideologizada. No ha existido un debate de ideas, conceptos y principios, sino de situaciones y estados de ánimo personales y colectivos. Cómo y quién me beneficia a mí más como individuo, ajeno a un colectivo y a sus valores. Y un proceso político con esas características atrae a pocos y, por supuesto, no moviliza a la izquierda sociológica, ya de por sí poco dada a procesos autonómicos en sus pocas y contadas movilizaciones.

Pero tampoco toca dramatizar. Un millón de valencianos ha optado por lo contrario, por una política sensata de crecimiento sostenible. En una elección complicada ha elegido lo arriesgado y lo ha hecho con convencimiento y claridad de miras. No está nada perdido, ni siquiera el futuro. Lo fácil ahora es culpar al líder y no reflexionar sobre las causas reales y profundas del fracaso, sobre todo por aquellos que esperaban el resultado para felicitarlo y ponerse a su disposición. En un descalabro global pierden todos, por lo cual todos somos potencialmente responsables, pero ya se sabe que la derrota tiene pocos padres.

El análisis tiene que estirarse hasta el principio, a 1991 en la ciudad y a 1995 en la Comunitat: ¿por qué se perdió y por qué durante todos estos años no se ha recuperado nada de apoyo ciudadano? Incluso retrotraerse a etapas anteriores donde se ganaba en las urnas, pero se perdía la calle en las batallas de los símbolos. ¿Dónde han fallado las políticas de oposición, las ofertas electorales y los objetivos estratégicos? Probablemente hay que tener flexibilidad mental y de espíritu para adaptarse a las imposiciones de la realidad.

¿Representamos de verdad las aspiraciones y los anhelos de nuestro pueblo? ¿Nos parecemos en definitiva a nuestros ciudadanos? Ésta podría ser la primera de nuestras grandes preguntas.

*Economista.

lunes, 23 de junio de 2008

Las derrotas pírricas



Publicado en la Revista Trasversales , número 5, invierno 2006-2007

Los 68: París, Praga, México .
Carlos Fuentes.
Editorial Debate

Las revoluciones del 68 en París, Praga y México fueron en realidad fracasos pírricos, es decir, derrotas aparentes cuyos frutos sólo pudieron apreciarse a largo plazo: derrotas pírricas, victorias aplazadas.

Así explica Carlos Fuentes en su libro "Los 68" los movimientos estudiantiles del mayo francés, el socialismo con rostro humano de la primavera de Praga o la matanza de Tlatelolco en México.

En el 68 coinciden hechos, movimientos y personalidades inesperadas y separadas en el espacio.
En Francia, la juventud parisina representa la insatisfacción con el orden conservador, capitalista y consumidor. La primavera de Praga no combatía al sistema comunista, lo humanizaba, lo democratizaba y lo socializaba. En México es la demanda democrática o revolucionaria, el movimiento mexicano proviene de una matriz más nacional que internacional. La represión en México representa la ruptura entre la legitimidad revolucionaria que salvó Lázaro Cárdenas y la evidencia contrarrevolucionaria de las prácticas represivas y antidemocráticas de los gobiernos posteriores. Como el mayo parisino, como la primavera de Praga, el 68 mexicano fue, al cabo, derrotado.
El escritor mexicano que conoció de primera mano los tres hechos históricos, se plantea varios interrogantes: si éstas fueron las consecuencias visibles, inmediatas, de esos tres movimientos del 68, ¿cuáles fueron sus consecuencias inesperadas y perdurables? .

En Francia, un partido socialista renovado surgió del movimiento de mayo. ¿Se hubiera renovado el socialismo y desprestigiado el comunismo en Francia con o sin los eventos del mayo parisino del 68? ¿Se habrían derrumbado el poder soviético y la satelización de la Europa central sin la primavera de Praga del 68? ¿Hubiese transitado México del sistema autoritario monopartidista a un sistema democrático pluralista sin el sacrificio terrible del 68 en Tlatelolco? .
En 1968 Carlos Fuentes participó en estos movimientos antisistema protagonizados por los jóvenes, desde la posición intelectual que le proporcionaban sus 40 años, y defiende que pudieron ser las primeras revoluciones del mundo industrial frente al conjunto de revoluciones del tercer mundo, en países neocapitalistas o neosocialistas.

El crítico intelectual mexicano, describe por separado los tres episodios históricos. “Y esto es lo primero que hay que comprender sobre la revolución de mayo en Francia: que es una insurrección no contra un gobierno determinado, sino contra un futuro determinado por la práctica de la sociedad industrial contemporánea”. “Los adoquines se convirtieron en el medio de comunicación de masas. No es una revolución privativa de Francia, sino un movimiento sin nacionalidad y sin fronteras”.
Analiza que no hubo una sola profesión que no hubiera sido sometida a crítica y proyectada hacia el porvenir por sus propios miembros, súbitamente conscientes de que la revolución consiste en asumir libremente responsabilidades concretas dentro de cada círculo de trabajo, sacudirse las tutelas administrativas abstractas.

Constata que “Checoslovaquia estaba madura para pasar al reino de la libertad, la democracia social podía surgir de la sociedad civil y jamás de la tiranía burocrática. Porque socialismo y libertad son inseparables. La dictadura del proletariado a menudo ha significado la dictadura sobre el proletariado”.
Relata con detalle cómo la sociedad socialista empezó a ocupar los espacios de la burocracia comunista. La planificación central cedió iniciativas a los consejos obreros, el politburó de Praga a las organizaciones políticas locales. Se tomó la decisión fundamental: dentro de todos los niveles del partido, la democracia se expresaría a través de sufragio secreto, primero era necesario establecer la democracia en el partido y esto es lo que la URSS no estaba dispuesta a aceptar.

Suscita interés el viaje que realiza a Praga con Cortázar y García Márquez; su amigo Milán Kundera define al socialismo democrático de Checoslovaquia como un intento de crear un socialismo sin una policía secreta omnipotente, con libertad para la palabra dicha y escrita, con una opinión pública cuya existencia es reconocida y tomada en cuenta, con una cultura moderna desarrollada libremente, y con ciudadanos que han dejado de tener miedo. Asegura que no ha modificado ninguna palabra de sus antiguos textos y toda la trilogía respira un aire reflexivo e interrogativo. Y con su compromiso político y social que le distingue recuerda la frase demoledora de Aragon: nosotros, que vivimos toda nuestra vida para el porvenir.

Egoísmo o ampliación (la cuestión turca)



Publicado en el Levante - EMV , el viernes 5 de enero de 2007

Europa se debate entre dos supuestos, seguir por el camino trazado de la ampliación e integración, o la imposición de los egoísmos nacionales, con la división entre ricos y pobres como elemento central del debate comunitario.

El no francés a la Constitución Europea abrió la caja de Pandora de los agravios nacionales, y el Viejo Continente se enzarza en una polémica estéril entre «lo que aporto y lo que recibo», olvidando el fin último en el que está inspirada la UE.

La ampliación ha sido, es y debería ser en el futuro un objetivo político fundamental de carácter estratégico, integrando en este caso a países provenientes de la órbita soviética, salvaguardándolos de la influencia de la Rusia actual, y como en el caso de Turquía, para agregar, occidentalizar y modernizar a un país de cultura islámica, lo que, dada la situación geopolítica actual, no es un objetivo baladí.

Pero los anhelos políticos de una Europa más grande, más fuerte y más unida se estrellan en el campo económico, donde imperan, y ahora más que nunca, los egoísmos nacionales para satisfacer las demandas electorales internas.

Hasta hace bien poco, el tema estaba claro, había que ayudar a los recién incorporados a adecuar sus economías al resto de los socios, y para ello se les tenía que destinar cuantiosas ayudas para conseguir que en un tiempo relativamente corto pudieran homologarse al resto del club. Era un gesto de solidaridad que ha dado grandes resultados, y los españoles somos testigos privilegiados de estos logros; a cambio, los países motores de este modelo recogían los frutos de esta financiación incrementando su influencia política y económica en los países receptores.

Benedicto XVI lo ha dicho: «Deseamos que Turquía forme parte de la Unión Europea» y contradiciendo al cardenal Ratzinger ha entendido, por fin, que Turquía representa un puente de diálogo entre dos mundos, el musulmán y el cristiano, a menudo contrapuestos. Y también ha descubierto, ¡hosanna! , las ventajas de un Estado laico en el que rige la separación entre Iglesia y Estado. Lo que se detesta en la Europa cristiana se alaba en la Turquía islámica, donde las ópticas de mayorías/minorías se trastocan .

Pero la UE, con su habitual miopía burocrática, anuncia la suspensión de las negociaciones en 8 de los 35 capítulos del acuerdo por falta de compromiso turco en la apertura de sus puertos a Chipre.

A la Unión le preocupa la división de Chipre, olvidando que el ejército turco invadió un tercio de la isla en 1974, poco después y como respuesta al golpe de Estado de las milicias greco-chipriotas partidarias de la enosis o anexión a Grecia, apoyadas entonces desde Atenas por la dictadura de los coroneles. Y que el referéndum sobre la reunificación de la isla organizado por la ONU en 2004 confirmó su partición, cuando el sur griego se pronunció masivamente por el no a la creación de un Estado confederal , mientras el norte turco respaldó ampliamente el sí. Los que rechazaron el plan fueron recompensados con el ingreso en la Unión días más tarde, por lo que sería profundamente injusto y poco acertado responsabilizar a Turquía de la falta de concesiones a Chipre y no se culpe al Gobierno de Nicosia de no aceptar la reunificación de la isla, que es la causa real del bloqueo.

Por ello, es necesario en este momento histórico clarificar y sectorializar el debate: económico, geopolítico e histórico religioso. Ningunear lo táctico y aclarar lo verdaderamente importante: la libertad de expresión y la situación de la mujer, el respeto a las minorías religiosas, el problema kurdo, el nunca reconocido genocidio armenio y el papel del ejército en el Estado. En resumen, todo lo referente a las bases de un Estado homologable, democráticamente hablando, al resto de la UE en el respeto a los derechos humanos, donde se ha efectuado un gran esfuerzo de adaptación estimulado por la perspectiva de la integración, aunque no lo suficiente.

No ha habido jamás un proceso de acuerdo tan largo y tedioso desde sus primeros pasos en el Tratado de Ankara en 1963, negociaciones que se prolongarán unos 10 o 15 años más, no antes de 2014 en el mejor de los casos .

Aclarado ya , que no se pretende conservar un exclusivo club cristiano, Papa dixit, lo que pretenden algunos con un propósito más o menos oculto es que el Gobierno turco tire la toalla y abandone sus aspiraciones ante los obstáculos insalvables, despreciando el nivel de frustración y humillación que supondría a ese 54% de turcos que defiende la incorporación, en cifra proporcionalmente descendente desde el 90% en 1999, cuando se les dio luz verde a los anhelos de adhesión.

Son lógicos los recelos y la controversia consiguiente sobre los límites territoriales de la Unión, dónde empiezan y dónde acaban sus fronteras, dado que hablamos de un país que sólo tiene el 3% de su suelo en la Europa continental, aunque con el 25% de su población. Pero la respuesta debe ser política y no corporativa, de este debate de adhesión se sabrá quién va a ganar en este envite, la Turquía europea o la asiática, la democrática e integradora o la nacionalista y excluyente, e históricamente sabemos lo que eso significa. Al atizar en algunos países europeos, por conflictos políticos internos el nacionalismo antiturco, el miedo a la anexión, se suscita en la orilla opuesta una reacción nacionalista extrema. Una Turquía flamante y democrática exporta estabilidad y modelo de transformación a un mundo islámico altamente convulso, y la modernización exitosa de un país musulmán de este tamaño e importancia estratégica es un apoyo decisivo y decidido a la seguridad y estabilidad de occidente.

*Economista.

Oriente Próximo



Publicado en el Levante - EMV , el jueves 7 de septiembre de 2006

ALFONSO GOÑI - ECONOMISTA

Y en este largo y cálido verano más próximo que nunca, la guerra en el Líbano ha ocupado todos los informativos y ha deparado múltiples artículos, algunos de ellos de gran calado reflexivo. Algunas ideas motoras y lúcidos análisis, que acercan más si cabe la realidad de la zona más caliente del mundo.

Felipe González reciente mediador en el contienda iraní, recordaba el empate infinito en el que se había instalado el problema palestino: «Antes con Arafat, ahora con Hamas, mañana con el que venga. Porque hay conflictos que escapan de la salida clásica de triunfo o derrota, vencedores y vencidos, y suelen ser los peores». Subraya que la guerra ha puesto de manifiesto que el conflicto central, el palestino-israelí, tiene una onda expansiva regional inevitable. Y constata que ni Gran Bretaña ni EEUU forman parte de la operación de paz, ni se les invita, ni lo solicitan.

El prestigioso catedrático de Ciencia Política de la Universidad Libre de Berlín, Ignacio Sotelo, puntualiza que Israel ha completado 33 días de duros ataques sin lograr ninguno de sus objetivos previstos: «Una operación militar de tal calado para liberar a dos soldados secuestrados era tan desproporcionada como por completo inadecuada a este fin, de modo que muy pronto hubo de aducir el verdadero objetivo, desarmar, es decir, acabar con Hezbolá», debía de servir de aviso a todos los países de la región. Coincide con casi todos los analistas, en que por el simple hecho de no haber sucumbido, Hezbolá ha ganado la guerra: «Ha aumentado su prestigio, no sólo en el Líbano (los bombardeos israelíes han contribuido a que se fusionen comunidades religiosas antes enfrentadas), sino por todo el mundo islámico» y sentencia: «La seguridad que necesita Israel sólo la logrará cuando haya solucionado el conflicto con los palestinos, no por una imposición unilateral como la que ha pretendido últimamente, sino por acuerdos con organizaciones como Hamas o Hezbolá, una paz duradera únicamente se firma con el enemigo, si antes no se ha logrado derrotarlo por completo. Y esta ilusión es la que se ha evaporado. Ahora las dos partes saben que ninguna puede destruir a la otra».

Andrés Ortega director de la edición española de Foreign Policy, explica que una vez más se demuestra que el poder aéreo no basta para ganar, es decir, para quebrar la voluntad del adversario. Y que el jeque Hasan Nasralá, líder de Hezbolá, ha ganado, no sólo la guerra al no perder, sino ahora la paz al ser el más rápido en repartir ayuda; y se congratula de que algunos han puesto a Europa en el mapa, situándose a la cabeza del esfuerzo para reforzar la fuerza internacional.

Seymour Hersh el célebre periodista americano que desveló la matanza de May Lai (Vietnam) en 1969 y que descubrió las torturas de Abu Ghraib (Iraq) en 2004, sostiene que Israel había diseñado un plan para atacar a Hezbolá bastante antes de la captura de sus dos soldados, y que EEUU lo utilizó como un ensayo general contra Irán, una especie de preludio a un potencial ataque a las instalaciones nucleares iraníes. Defiende que Israel estudió la guerra de Kosovo como modelo estratégico para su intervención y al general Clark jefe de las fuerzas de la OTAN en dicha contienda le molesta la analogía: «Se equivocan, nuestro objetivo era emplear la fuerza para obtener un resultado diplomático, no matar a nadie».

Robert Fisk el periodista y escritor británico, sobre el futuro más cercano argumenta que existen tantas posibilidades de que Hezbolá se sienta obligado a cumplir las resoluciones 1.559 y 1.701 sobre su desarme, como de que Israel acepte la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU, que le exige la retirada de los territorios árabes que conquistó en 1967.

El corresponsal de La Vanguardia y decano de los periodistas españoles en la zona, Tomás Alcoverro, recuerda que estamos en un delicado mosaico en el que si mueves una piedra acaban moviéndose todas. Y el escritor y corresponsal Charles Glass que fue rehén de los grupos radicales de la Yihad en los años 80 puntualiza: «Al final todos los caminos de Oriente Próximo conducen a Palestina y todos los conflictos en esta región seguirán abiertos mientras no se resuelva el problema palestino».

Seymour Hersh termina: «La definición de locura es hacer la misma cosa una y otra vez, y creer que el resultado va a ser diferente». Hasta la próxima.

¿Quién no quiere el fin de ETA?



Publicado en el Levante - EMV , el martes 21 de marzo de 2006

ALFONSO GOÑI - ECONOMISTA

Dentro de la confusión mediática en la que el PP intenta deslegitimar una posible negociación con ETA para el fin de la violencia terrorista, todo vale, descalificar aquello que ellos realizaron cuando eran gobierno, confundir los poderes del Estado para argumentar un trato a favor de los presos, instrumentalizar a las asociaciones de víctimas para generar un sentimiento adverso en la ciudadanía; en fin utilizar todos aquellos mecanismos de que dispone y las artimañas que el sistema le permite para obstaculizar un proceso que no quieren o no les interesa que se culmine positivamente.

Que después de más de 40 años de acciones violentas, alguien pueda imaginar una derrota completa de la banda es bastante ilusorio. En cuantas ocasiones se ha anunciado su debilidad operativa ha vuelto a atentar con mayor ahínco. La historia ha demostrado que sólo con la represión policial no se acaba con el horror. El concepto de guerra no es ni debe ser utilizado en la lucha antiterrorista, dado que no debemos de conceder el estatus de contendientes a los asesinos, pero tampoco nadie puede pensar en una derrota con bandera blanca y entrega de sables como si de una película de hazañas bélicas se tratara.

Solo la incapacidad operativa, el aislamiento político y social, y la reinserción en la vida civil puede descomponer y llevar a la disolución o autodisolución gradual, a una banda armada con un largo y aterrador pasado, un significativo apoyo popular y una capacidad de generar sufrimiento ampliamente constatable, puesto que mataron en la dictadura y en la democracia, con la derecha y con la izquierda, con estado de excepción y sin él, con coacción francesa y sin ella.

Han matado con todos los presidentes democráticos menos con Zapatero. Si durante los 8 años que gobernó la derecha no pudo acabar con ella, carece de autoridad real para decir como hacerlo, y si durante los 8 años de su gobierno persistieron los atentados carece de fuerza moral para oponerse a los planes del actual Gobierno.

Todos han intentado el diálogo y la vía negociadora, y es terriblemente cínico que si Aznar lo intentó el 19-5-99 en Zúrich, niegue ahora la misma posibilidad al siguiente gobierno.

Pero miente y lo sabe, conoce perfectamente los poderes y los mecanismos judiciales, por lo que más que mentir difama para provocar la impresión de que el gobierno ya está empleando medidas pactadas, sabe que no es así, pero trata de descontar efectos positivos a un posible anuncio del final de la violencia. Se dirige a un sector minoritario de la sociedad que por desconocimiento es muy maleable, porcentualmente poco significativo pero electoralmente decisivo, de nuevo hace electoralismo del terrorismo.

Decía la Presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo que la manipulación es tan cruel como la indiferencia y el olvido. Y es verdad, el colectivo de afectados necesita, exige y precisa apoyo, cariño y ventajas positivas en su reinserción física y emotiva en la colectividad, pero nadie los ha elegido para dirigir la política antiterrorista de este país, y sería injusto para ellos, que los ciudadanos los perciban como un tapón a los anhelos de paz de nuestra sociedad.

Cómo es posible que a la derecha, el final de ETA solo les interese si son ellos quienes lo logran, sino no es así, es mejor explotar el miedo de los ciudadanos, el coraje que produce y sacar réditos políticos de los muertos y sus familias.

Entre las muchas diferencias existentes entre este proceso y el del IRA, una de la más importante es la desigual actitud de los conservadores británicos respecto al plan de paz de Blair, y lo que aquí estamos presenciando. Los laboristas apoyaron a Major tanto como los tories al líder británico, nunca hubo críticas exacerbadas ni estridencias o descalificaciones, pese a las diferencias tácticas compartían los propósitos de alcanzar la paz por medio del diálogo.

En nuestro desarrollo histórico aconteció lo mismo en los intentos de Suárez, González y Aznar, pero todo se invierte cuando la oposición altera el prudente silencio por una radicalidad maximalista que fija como objetivo no a la banda sino al propio Zapatero.

Es este un camino largo y lleno de obstáculos, con avances y retrocesos, surgirán fuerzas contrarias a un posible acuerdo en todos los rincones, desde escisiones y traiciones en la banda hasta incomprensiones y fundamentalismos en algunos sectores sociales, pero el gran impulso es la evidencia en los violentos de lo estéril de la lucha armada.

Realizan en suma, una política de intereses de partido y no de país, retornan a la historia cainita española que la transición había dejado atrás, y retroceden a una etapa felizmente superada.
Adquiere la derecha en este ciclo una incalculable responsabilidad política si por su obstrucción se frustra una esperanza y se reanudan los atentados.

¡Claro que la paz tiene un precio!, y un coste político para los que tienen la valentía de luchar por ella, pero siempre vale la pena intentarlo.

sábado, 21 de junio de 2008

En el homenaje a Lázaro Cárdenas



Publicado en Siglo XXI , el miércoles 26 de octubre de 2005
http:// www.diariosigloXXI.com

En fechas recientes se ha celebrado en Madrid un homenaje al general Lázaro Cárdenas (1895-1970), Presidente de México durante el sexenio 1934-1940.

Figura carismática aún en el México actual , en el que se le recuerda sustancialmente por la nacionalización de sus recursos petroleros. Revolucionario de viejo cuño , se incorporó a la mítica revolución de Villa y Zapata en 1913 , repartió miles de hectáreas entre los campesinos pobres durante su etapa como presidente y su imagen ha quedado unida a los conceptos de honradez y dignidad en la memoria colectiva de los mexicanos.
Su comportamiento concerniente a la guerra civil española y posteriormente a favor de los exiliados republicanos o transterrados, como los denominaba José Gaos, es sencillamente emocionante y conmovedor, y sobre todo pensando en el contexto mundial en el que se movía.
Cuando estalla la sublevación contra la República la voz del gobierno mexicano se levanta para defenderla y apoyarla, rechazando el acuerdo de no intervención. El gobierno mexicano sostuvo en la Sociedad de Naciones que se debía ayudar al gobierno español legalmente constituido.

Luego fueron los llamados “niños de Morelia” en 1937, cuando logró sacar a 460 niños, muchos de ellos huérfanos, del horror de la guerra y trasladarlos a su país.
Cuando vislumbró que se perdía la contienda, fundó en 1938 la Casa de España para que los intelectuales pudieran proseguir sus labores drásticamente suspendidas o eliminadas.

Apoyó, salvó y dignificó la vida de miles de españoles, se calcula que más de 28.000, que huyendo de la España franquista llegaron con lo puesto después de múltiples peripecias a un país que los recibió con numerosos gestos de solidaridad gracias a la tenacidad y voluntad incansable de su Presidente.
Esta emigración hispana a México es singular y única en la historia de ambos países por el gran número de los que vinieron, nunca antes habían llegado tantos juntos, y sobre todo por la preparación que poseían una gran parte de ellos, una emigración masiva de la inteligencia española en su plenitud intelectual.

Nunca nadie hizo tanto por un colectivo tan desarraigado física y anímicamente. Les salvó literalmente la vida alejándolos de la invasión nazi de Europa y les devolvió la esperanza de una vida nueva al abrirles las puertas de su país.
Toda su vida estuvo jalonada de acciones meritorias que ennoblecen su memoria, durante su presidencia denunciando en la Sociedad de Naciones el ataque fascista italiano a Abisinia y la ocupación hitleriana de Austria y Checoslovaquia o ya anciano defendiendo a la revolución cubana durante la agresión de 1961 en Playa Girón .

A propuesta del grupo socialista, el Ayuntamiento de Valencia se ha unido a este homenaje nacional dedicándole una plaza a su recuerdo y a su obra, para los que no vivimos esa tragedia pero la sentimos como nuestra solo nos queda concluir con un ¡gracias Lázaro Cárdenas! y ¡gracias México!

Alfonso Goñi es economista y ex concejal del Ayuntamiento de Valencia.

El conflicto lingüístico desde un castellanoparlante . Levante 21-12-04



Publicado en el Levante - EMV, el martes 21 de diciembre de 2004

ALFONSO GOÑI - Economista

En numerosas ocasiones tengo la extraña sensación de no poder terciar en el tan manido conflicto lingüístico por el mero hecho de ser castellano parlante. Que independientemente de las razones personales que cada cual tenga para expresarse en la lengua con la que nació, es evidente que es el vehículo de expresión de la inmensa mayoría de los vecinos de mi ciudad.

Pero cuando el debate se sitúa en el terreno de la simpleza y la manipulación, todos tenemos el derecho a opinar, dado que afecta a nuestras vidas cotidianas y a la lengua que aprenderán y/o se expresarán nuestros hijos, y a eso que debe ser tan importante para todos y que a veces se olvida voluntariamente que se denomina convivencia.

Por lo cual como castellano parlante puedo y debo opinar, y mucho más, cuando se rebasa en un centímetro las puertas de la Universidad. Ni siendo castellano parlante se hace inevitablemente nacionalismo español, ni los valencianos parlantes tiene el monopolio de los sentimientos valencianos y de la defensa de nuestras señas de identidad como pueblo, de lo nuestro.

Cuando ni entre nosotros somos capaces de encontrar un punto de encuentro, y si se logra, se rompe por razones de táctica política. ¿Cómo podemos pretender que desde fuera se entienda lo que para los ajenos es todo un galimatías más cerca de lo críptico y esotérico que de lo explicable y entendible? ¿Cuál es la terrible irresponsabilidad de un Gobierno que es capaz de desenterrar un arma de división y crispación con tal de ganar alguna posición electoral, incluso asumiendo el peligro a medio plazo de que se convierta en un efecto bumerán que le provoque más problemas electorales que dividendos espera conseguir; cómo se pueden defender la primacía del juego de mayorías y minorías sobre la ciencia sin que se sonrojen al decirlo, que sometan a referéndum la tabla de multiplicar o el origen de las especies? .

Al final el problema se reduce a reconducir los 57.830 votos que tenía U.V. y que en las últimas elecciones no está claro a dónde fueron, incluso existen estudios donde se plantea que un gran número de esos sufragios, alrededor de un 60%, fueron al PSOE en las elecciones del 14 de marzo .

La unidad de la lengua, o como se dice ahora, la pertenencia a un mismo sistema lingüístico es un área que sólo la incultura puede cuestionar, como no se polemiza la unidad del castellano y el argentino o del inglés y el americano pese al gran número de términos distintos que les diferencia en la vida cotidiana .

Otra cosa muy distinta es cómo denominemos a eso, que responde mucho más a concepciones históricas y tradicionales que filológicas, o mucho menos que alguien intente llevar a la mente de los ciudadanos la idea de convertir las comuniones lingüísticas y/o culturales en políticas, lo que no es más que una quimera ajena a las realidades y al sentir de los ciudadanos.

Las naciones y/o estados están históricamente en el camino de la superación por ámbitos y comunidades políticas multiculturales y multiétnicas, y nada ni nadie va a detener esa internacionalización de las vidas ciudadanas .

Por lo que los objetivos artificiales del débate son de réditos rápidos para ocultar problemas más importantes, y reconducir tendencias políticas que pueden presentarse adversas .

Pero ante esta irresponsabilidad de nuestra derecha gobernante, se responde a veces desde algunas izquierdas , más desde la prepotencia intelectual y desde la desdeña al vulgo que desde la sensatez científica. Lo que convierte las razones en ofensas y las ideas en provocaciones, la manipulación precede a la movilización y el círculo se cierra.

No se le puede decir a un antiguo republicano que combatió en nuestra guerra bajo las enseñas republicana y valenciana (con azul) que ahora de la noche a la mañana se ha convertido en un facha -blavero, y él sin enterarse-. Ni podemos decirle a un ciudadano de la Ribera o de la Vall D´Albaida y que durante generaciones se ha expresado con normalidad en una lengua para él denominada valenciano, que ahora no, que ahora se llama de otra manera. Y además se le dice con altanería, desprecio y soberbia e incluso, porqué no decirlo, con ciertas actitudes neocoloniales. No pueden pretender estos sectores progresistas que nuestra Comunidad se convierta en una gran Facultad de Filología y nuestros ciudadanos en expertos lingüistas.

Uno es el mundo de la ciencia -del que se olvida la derecha-, otro es el político en el que se estrellan todos, y por último está el de los sentimientos, el más sensible y en el que se equivoca alguna izquierda.

Los sentimientos no se miden, no se modulan, no se pueden articular, pero si manipular. Crear alternativas políticas tiene sentido, pero crear alternativas a los sentimientos parece cosa de locos.

Soy consciente que este artículo será mal recibido por algunos, pero no me preocupa que esos unos sean aún irracionales, cuento con ello, me preocupa que el resto se vuelva también enloquecido. Por ello recuerdo, para terminar, que a la reflexión se contesta con reflexión, que el tiempo de pegarnos con las banderas ya ha pasado. Ah, se me olvidaba, y que la principal función de un idioma es entenderse con él.